Anécdotas y recuerdos de tu paso por Deusto
Siempre me ha encantado la parte más antigua de la Universidad, esos patios y claustros con sus columnas, esos pequeños pasadizos, alguna capilla escondida, el Paraninfo…todo me parecía regio y majestuoso y realmente sentía que estaba en un sitio privilegiado. Pero también he estado en algún búnker prefabricado!
Allí hice amigas que aún conservo y frecuento, grandes amigas con las que aún recuerdo aquel periodo tan importante de nuestras vidas.
En mi época, aún recogíamos las papeletas de las notas, para lo cual hacíamos cola en la garita del bedel que buscaba tu papeleta por nombre y apellidos. De ahí pasamos a ver las notas colgadas en los tablones de anuncios, muchas veces varias hojas grapadas que solo permitían revisarlas uno por uno. Siempre era un momento bastante tenso que inevitablemente tenías que vivir con ‘público’.
También recuerdo que aparcábamos en los caminitos del campus, y cuando dejabas el coche mal aparcado te ponían una pegatina en medio del parabrisas que costaba bastante quitar. La llegada del metro fue toda una liberación en ese sentido.